martes, febrero 07, 2006

17. Sorpresa

Casi nada bueno queda de mi
todo lo bueno que tenía te lo regalé
abrazo con fuerza mi enfermedad
para que, aunque sea, lo malo no me abandone
y me haga algo de compañia
crece en mí como un cancer
como un hijo
un hermoso cuervo que se alimenta de mi cuando duermo
ya no necesito amor
ya no necesito piel ni nervios ni visceras
quiero un circulo perfectamente redondo en mi tórax
y cables y circuitos
quiero un ión gigante que remplaze mi corazón
quiero ojos que oscilen de lado a lado como pendulos
quiero pinzas de hierro en vez de manos
quiero ser maquina
estar muerto
estar en movimiento
el corazón no es más que una vulgar viscera
lo voy a vomitar fuera de mi
para ofrecertelo en una hermosa bandeja dorada
y te lo comas, o hagas con él lo que te venga en gana
ese será mi otro regalo para tí
lamento dañar la sorpresa