miércoles, mayo 18, 2005

7. Vejez

Nota: Por algún motivo esta permitido volver a comentar acá y saludar.

Una pequeña ola, túrbia como un cáncer, baña mis pies
ya no puedo ver mi rostro como se refleja en el mar
ya no puedo ver mi reflejo en nada
me convertí lentamente en el otro lado del espejo
El cielo es carmín y el oceano es negro
ya nada es como lo recuerdo
ni siquiera el tiempo
porque el tiempo ya no pasa hace bastante
pero por algún motivo me envejezco con notable velocidad
sentado en una estación abandonada al óxido
esperando un tren que jamás vendrá
mi cuerpo duele
el cáncer ya casi ha terminado con su trabajo
(a veces hablo con él)
lo invade todo
lo tiñe de negro
como una tostada cuyo tiempo en el tostador ha sido excedido
(y uno busca desesperadamente pelar ese negro con el cuchillo)
pronto llegarán los buitres, al mediodía
cuando el sol es un instrumento de tortura
vendrán a que los alimente
con los pedazos desvanecidos de mi reflejo
con lo que aún queda.